¿Qué tipos de disfunción existen?

Si bien es cierto que los problemas de disfunción eréctil afectan en una mayor proporción a hombres de edad avanzada, también hay casos en los que los damnificados son los jóvenes. Este problema, que puede afectar a todo tipo de hombres, es bastante más frecuente de lo que se cree y existe un gran abanico de soluciones posibles que pondrán remedio a estas cuestiones.

 

¿Qué es la disfunción eréctil?

La disfunción eréctil, también comúnmente conocida como impotencia, consiste en la incapacidad para mantener erecciones duraderas que permitan tener relaciones sexuales de calidad. Suele venir acompañada de problemas de salud físicos que van surgiendo a medida que los hombres se hacen mayores, aunque también hay un alto porcentaje de personas en edades comprendidas entre los 20 y los 40 años que padecen este tipo de complicaciones y no es necesariamente por motivos físicos, sino que más bien lo acentúan las propias inseguridades.

 

Tipos de disfunción eréctil

Para entrar en contexto, vamos a diferenciar dos tipos de disfunción eréctil; por un lado, la de naturaleza orgánica o que viene precedida de factores médicos, y por otro la que es puramente psicológica y es provocada por los propios bloqueos mentales. También pueden darse casos en los que ambas se combinen, ya que una complicación médica puede desencadenar inestabilidades.

Disfunción eréctil de origen orgánico

Este caso es el que tiene de base un problema de salud físico, fundamentalmente cardiovascular o neurológico, que impide que haya una correcta comunicación entre el pene y la sangre que bombea el corazón, o las directrices que manda el cerebro. Este sería el caso menos frecuente en personas jóvenes y más habitual en adultos de mayor edad que puedan presentar patologías.

Disfunción eréctil psicógena

Dentro de este grupo entran todos aquellos casos en los que los problemas de erección vienen originados por trastornos relacionados con la salud mental del hombre. El estrés, una baja autoestima o problemas en la relación de pareja e incluso en el ámbito social, pueden traducirse en una menor capacidad de erección.

Ambas generan una gran frustración en los hombres cuando se sienten impotentes en el territorio sexual y lo viven como un fracaso cuando definitivamente no debería ser así. No es raro que ocurra y en la mayoría de los casos la solución es sencilla, acudiendo a un profesional de la salud mental se podrá aprender a gestionar las emociones de otra forma para conseguir frenar el problema.

 

La disfunción eréctil en los primeros años de actividad sexual

En los casos de inexperiencia, el componente psicológico cobra mucho peso, por lo que no resulta extraño que exista disfunción eréctil en jóvenes en sus primeros años de actividad sexual, cuando su autoestima e incluso la confianza en sus relaciones socio-afectivas todavía no son las más óptimas. Tampoco lo es más adelante, en momentos en los que el hombre está pasando por alguna situación psicológica complicada debida a estrés o ansiedad, si sufre insomnio o si su ritmo de vida es demasiado acelerado y lo mantiene altamente fatigado.

Los complejos y la inseguridad con el propio cuerpo, o la necesidad de estar a la altura en sus relaciones íntimas, pueden generar bloqueos que lleven a este tipo de dificultades en sus erecciones. Si no existen problemas vasculares u otro tipo de patologías, no tiene por qué tener nada que ver con cuestiones de salud físicas, por lo que acudir a un psicólogo especialista en sexología individualmente, o mejor todavía en pareja, sería lo más recomendable para acabar con esta situación.

Si te encuentras en una situación complicada relacionada con tu impotencia sexual y te gustaría que un profesional valorase tu caso, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. ¡Te ayudaremos!

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