Las inyecciones intracavernosas son una de las alternativas que ofrecen una mayor tasa de éxito para el problema de la disfunción eréctil. Tanto es así que se ha convertido en una de las terapias más demandadas por las personas que sufren este tipo de complicaciones.
La disfunción eréctil afecta a uno de cada cinco hombres mayores de 50 años y generalmente es un síntoma que deriva de otros trastornos. Suele manifestarse con la incapacidad para mantener erecciones de calidad y para solucionarlo hay varias opciones, algunas más eficaces que otras según sea el grado de afección.
¿Qué son las inyecciones intracavernosas?
Las inyecciones peneanas son una alternativa muy interesante para todos aquellos pacientes a los que no les resultan efectivos los medicamentos orales. Alrededor de un 80% de los hombres que han optado por esta técnica han conseguido los resultados exitosos que buscaban.
Este tipo de tratamiento se basa en la inyección de medicamentos para la disfunción aplicados directamente en el pene por vía intracavernosa mediante unas jeringuillas especializadas que portan en su extremo unas agujas muy finas, similares a las que se utilizan para la diabetes.
El medicamento que se inyecta en estos casos suele ser alprostadilo, el cual tiene el objetivo de dilatar los vasos sanguíneos del pene y permitir que la sangre llegue con más facilidad. De esta forma, el hombre tendrá la posibilidad de tener erecciones de calidad aproximadamente durante la media hora posterior a la inyección, aunque podría alargarse como máximo hasta las dos horas.
El procedimiento lo lleva a cabo el propio paciente en el momento previo a la relación sexual y la erección se consigue pocos minutos después. Se aplica en la base del pene, en un costado del mismo, y las molestias que produce la inyección son infrecuentes.
Existen otros medicamentos que se pueden emplear de manera intracavernosa, como combinaciones de alprostadilo con, por ejemplo, la fenoxibezamina, la atropina o la papaverina.
¿Qué riesgos pueden tener las inyecciones para la disfunción?
Por lo general, no tendría por qué presentarse ninguna complicación si se siguen todas las indicaciones del urólogo. En el caso de aplicar una dosis superior a la necesaria podría producirse priapismo, una erección prolongada durante horas y que podría resultar bastante dolorosa para el hombre. En estos casos, hay que acudir inmediatamente al médico para evitar posibles daños irreversibles en el miembro.
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